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5 posturas de yoga desestresantes para mamás

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Convertirse en madre es una experiencia fenomenal. Sin embargo, muchas mamás están muy estresadas. Este estrés se provoca por las expectativas puestas en una mujer, tales como las expectativas sobre cuán grande serás como madre, qué tan bien criarás a tus hijos, y cómo debe verse, sentirse y funcionar tu casa. Además, la atención de las mujeres a menudo se fractura: el bebé llora, los niños pelean y la pareja vuelve a estar en desacuerdo. Puede ser caótico a veces, y una práctica regular de yoga puede ayudar.

El yoga es la unión de la mente, el cuerpo y el alma. Una práctica prolongada de yoga no solo te ayuda a estar presente en cada momento, sino que también te ayuda con la paz y el bienestar en tu vida diaria.

Los beneficios de una práctica regular de yoga incluyen un cuerpo fuerte y flexible, una funcionalidad mejorada del sistema digestivo y del sistema respiratorio y un sistema hormonal equilibrado. Además, el yoga hace maravillas para el cerebro. Libera la tensión y la ansiedad de la mente, ayuda a curar la depresión, cultiva una sensación de paz e induce estabilidad emocional.

Las madres que aspiran a equilibrar las exigencias de la vida mientras cuidan a sus pequeños deben considerar una rutina de yoga regular. Cinco asanas de yoga altamente relajantes que puedes  practicar son:

1. Adho Mukha Svanasana Postura del perro hacia abajo

  1. Tumbate en posición prona con los brazos a los lados. Separa los pies unos 10 cm. con los dedos hacia fuera.
  2. Dobla los codos y coloca las manos junto al pecho. Presiona las palmas contra el suelo, con los dedos ligeramente separados y hacia delante. Mantén los dedos de los pies alejados del suelo.
  3. Eleva el tronco hasta una posición arrodillada a 4 patas.
  4. Gira los dedos de los pies hacia dentro y levanta las caderas en línea recta. Estira los talones hacia abajo. Relaja el cuello y estira la espalda para bajar la coronilla. Empuja con los talones. Aguanta 30 segundos, respirando de forma uniforme. Incorpórate suavemente.

Paschimottanasana – Pinza sentada

  1. Comienza sentado en Dandasana.
  2. Inspira, levanta los brazos estirados. Apunta hacia arriba con los dedos de los pies y aleja los talones del cuerpo. Aguanta unos segundos, respira normalmente. Procura estirar la columna.
  3. Espira, inclínate hacia delante desde las caderas y baja las manos hasta sujetar los dedos de los pies. Inspira y sigue con la respiración normal. Al espirar, inclínate un poco más, acercando más la cara a las rodillas. Con cada espiración aumenta un poco más la flexión. Si la cara descansa entre las rodillas, deja caer los codos contra el suelo y rodea los talones con los dedos.
  4. Aguanta 20-30 segundos, respira con normalidad. Inspira, repite los movimientos en sentido inverso para volver a Dandasana.

3. Balasana o la postura del niño:

  1. Arrodíllate en el suelo. Coloca juntos los dedos gordos y siéntate en los talones, a continuación, separa las rodillas casi al ancho de tus caderas.
  2. Exhala y pon el torso hacia abajo entre tus muslos. Amplía el sacro a través de la parte posterior de tu pelvis y estrecha los puntos de la cadera hacia el ombligo, de modo que la apoyes sobre el interior de los muslos. Alarga el coxis de la parte posterior de la pelvis mientras levantas la base del cráneo de la parte posterior del cuello.
  3. Pon las manos en el suelo junto a tu torso, las palmas hacia arriba y deja descansar los hombros en el suelo. Siente como el peso de los hombros tira en toda la zona a través de tu espalda.
  4. La postura del niño es una pose de descanso. Entre las posiciones de yoga, los principiantes también pueden utilizar Balasana para experimentar una curva profunda hacia adelante, donde el tronco se apoya en los muslos. Permanece en la postura de 1 a 3 minutos. Para salir de la postura, primero alarga el torso frontal, y luego, con una inhalación, impulsa el coxis a medida que presiona hacia abajo y hacia la pelvis.

4. Viparita Karani

  1. Busca una almohada (o un bolster o zafu) y pon un tapete cerca de una pared.
  2. Pon la almohada como a 15 cm de la pared y siéntate de lado pegado a la pared. Poco a poco usando tu respiración vete acostado de manera que queden tus piernas recargadas en la pared y tu hueso sacro esté recargado cómodamente en le almohada
  3. Revisa que quedes completamente cómodo, puedes hacer ajustes de que tan cerca o lejos estés de la pared. Lo más importante es que quedes muy cómodo para poder quedarte en la postura.
  4. Revisa que tu espalda no esté muy arqueada ya que eso puede darte incomodidad, si este es el caso dobla tus piernas poniendo los pies en la pared y eleva tus caderas de la almohada inclinando el hueso sacro para que se alargue tu espalda baja.
  5. Ahora revisa tu cuello, alargarlo llevando tu barbilla al pecho para que tengas espacio en tu cuello.
  6. Tus brazos déjalos caer a un costado de tus caderas con las palmas viendo al techo.
  7. Quédate en este postura de 5 a 15 minutos para disfrutar sus beneficios.
  8. Al salir hazlo muy despacio, dobla tus rodillas al pecho gírate de lado y toma varias respiraciones en tu costado y sal muy lentamente a sentarte.

5. Baddha Konasana o Pose de Mariposa:

  1. Posición sentada en el suelo con las piernas estiradas delante
  2. Separa las piernas con la espalda recta y los dedos de los pies hacia arriba
  3. Dobla las rodillas y acerca los pies al cuerpo. Entrelaza los dedos de las manos alrededor de los dedos de los pies. Utiliza las manos para acercar más los pies al cuerpo. Tira de las rodillas hacia el suelo. Vuelve a sentarte en el suelo con las piernas estiradas.

Practica estas cinco posturas de yoga para derretir tus tensiones y estrés y  regálate un poco de serenidad.

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