Ad Clicks : Ad Views : Ad Clicks : Ad Views : Ad Clicks : Ad Views : Ad Clicks : Ad Views :

Si Yo Cambio, Todo Cambia: La Regla Del 90/10

/
/
/
8724 Views
img

Si eres de los que piensan que tu vida transcurre de acuerdo a los caprichos del destino, y que todo sucede al azar, déjame mostrarte lo equivocado que estás.

En su regla del 90/10, el escritor Stephen Covey asegura que realmente no existe eso que llamamos “azar” en nuestra vida cotidiana.  Él ha dicho que cada persona tiene el poder de escribir su destino con detalles, y manifestarlo tal cual lo ha decretado. Nosotros mismos decidimos cómo será nuestro día, y demuestra cómo funciona ese principio utilizando un ejemplo obvio.

Lo que explica Covey, es que sólo el 10% de los eventos en nuestras vidas están fuera de nuestro control, y esos son los que pasan “afuera”. Es decir, las circunstancias que ocurren externamente a nuestra vida, pero que nos afectan directamente, y pueden o no influir en nosotros, dependiendo si lo permitimos o no (el 90%).

Si yo cambio, todo cambia: La regla del 90/10.

No podemos evitar que se nos caiga un plato al piso, o que nuestro tren se retrase, sin embargo, lo que sí podemos controlar es nuestra propia reacción ante dichas circunstancias adversas.

Stephen Covey asegura que un evento tiene 10% de realismo, y el otro 90% es el resultado de nuestra reacción.

Si tu reacción es negativa (reacción estresada y de mal humor), esto repercutirá en tu estado de ánimo general y en lo que estés creando en ese momento para tu futuro inmediato y no tan inmediato.

El 10% de la vida son cosas que nos pasan. No tenemos control sobre estos eventos. El 90% de nuestra vida depende de cómo reaccionamos ante las cosas que nos suceden. Podemos tener control total sobre nuestra elección de reacción ante las cosas que nos suceden.

El Principio del 90/10 que puede afectar tu vida entera:

A continuación, a modo de ejemplo, te relataremos una situación: Te levantas tarde, y vas a la cocina desayunar con tu familia. Tu hija sin querer derrama el vaso de jugo en tu pantalón. Te alteras, le gritas y vas a cambiarte de ropa muy apresurado. Cuando regresas, ves que tu hija está llorando, y no ha podido terminar su desayuno, ni está lista para ir a la escuela. Tanto tu hija como tu esposa están enfadadas por tu reacción violenta ante un hecho inevitable.

Sales muy tarde de casa y de paso el tráfico está imposible! Tu hija, muy callada y enojada llega tarde a su escuela y tu te percatas de que, con el apuro, has dejado ese documento tan importante que debías entregar sin falta. Lo habías dejado en la mesa para revisarlo antes de irte, pero con el caos generado, finalmente lo olvidaste. Tu jefe te alza la voz y tu frustración va en aumento.

La conclusión a la que llegamos, es que has estropeado todo tu día y el de tu familia, por causa de tu reacción. No podías haber hecho nada para evitar que se derrame el jugo, pero Sí podías haber controlado tus reacciones ante ese hecho. Tu 90% ha sido causa exclusivamente tuya, por no saber controlar tus emociones.

La diferencia de tu reacción marca la pauta:

Imagina que tu reacción hubiese sido totalmente diferente: Tu hija derrama el jugo (el 10% que no puedes controlar), y se muestra sorprendida, asustada y preocupada. Tu te lo tomas con calma: “Oh, no, tendré que cambiarme este pantalón. No te preocupes hija, tengo otro arriba. Hay que tener un poco más de cuidado, pero es sólo un pantalón”. Aceptas sus disculpas y ayudas a limpiar el desastre. Luego le das un beso y vas a cambiarte de ropa. Tu esposa se sentiría orgullosa del buen marido que tiene, y seguramente hubieras recordado llevar tu documento importante, ya que el enfado genera ofuscación mental, y la armonía hace que tu mente fluya.

Tu hija habría aprovechado el momento del tráfico para tener más conexión contigo, contándote sus cosas, y llegaría contenta a la escuela. Y tú, aunque hayas llegado un poco tarde a tu trabajo, podrías resolver todo de manera fructífera.

Dos escenarios totalmente diferentes que comenzaron de igual manera… ¿Conclusión? Todo cambia de acuerdo a tus reacciones ante los acontecimientos de tu vida.

Por supuesto, puedes seguir culpando a otros por tus problemas y puedes quejarte de que todo va mal por culpa de fulano, pero ¿te ha ayudado eso alguna vez?

Aplica la regla del 90/10 cada día de tu vida:

Vivir con consciencia el día a día nos convierte en seres más armoniosos y más felices. La auto-observación debe ser constante, analizando a cada momento nuestro comportamiento y nuestras reacciones para obtener el máximo aprendizaje con cada acción.

Si alguien te adelanta en la carretera, déjalo pasar y no te enganches…No te apresures para alcanzarlo y gritarle, ¿qué diferencia habrá si llegas al trabajo unos segundos más tarde? Tu armonía mental vale más que un EGO satisfecho.

Si tu avión está retrasado, y la programación de tu día se está viendo arruinada, no te enganches, no le grites al personal del aeropuerto, ellos no tienen la culpa. En cambio, lo que sí puedes hacer es aceptar la situación ante la que te encuentras, y aprovechar el tiempo que tienes libre, bien sea para leer un libro, o tal vez para conocer a otros pasajeros del mismo viaje. ¡Te podría sorprender el resultado de tu paz interior!

La regla 90/10 es una excelente estrategia de pensamiento responsable con la cual eliminamos nuestro papel de víctima, y nos otorga siempre el poder de elección.

Vivimos a diario cediendo nuestro poder personal a los demás, de diferentes maneras. Son más la veces que lo hacemos de lo que imaginamos, y no podemos darnos cuenta si no nos auto-analizamos. Cuando actuamos utilizando conductas destructivas o conductas que  demuestran nuestra inseguridad, nos estamos simplemente auto destruyendo.

No somos solo un cuerpo somos corazón, energía.. Somos amor

Posted by Teresa Rocha on Wednesday, November 22, 2017

La forma más completa de ceder tu poder, es cuando te esfuerzas por conseguir la aprobación de los demás ignorando tu autenticidad. Deja de enfocarte en obtener la aprobación de los demás y empieza a mejorar lo que ya eres.

Enfócate en mejorar tu 90% de acciones, con responsabilidad, y verás como todo cambia a tu alrededor! El 10 % no lo puedes controlar, pero ten presente que si tu cambias, todo tu mundo cambia. Es cuestión de percepción.

  • Facebook
  • Twitter

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This div height required for enabling the sticky sidebar