Hambre emocional y atracones: aprende cómo combatirlos
¿Quieres saber si tienes hambre emocional? ¿Se puede combatir? ¿Tienes atracones de comida y luego te sientes culpable?
Hoy quería plantearte algo diferente.
Me gustaría darte mi visión sobre como las enseñanzas de Eckhart Tolle en su libro ‘El Poder del Ahora‘, te pueden ayudar a mejorar tu relación con la comida, y como gracias a una mejor alimentación podrás vivir de forma mucho más plena.
La relación cuerpo-mente es algo que me lleva apasionando desde hace años y me encanta buscar la relación que tienen los mejores libros de desarrollo personal con la alimentación y con la salud.
¡Vamos con ello!
No eres tu mente. Cuida tu diálogo interno.
Importantísimo. Este fue el concepto que más me marcó del libro.
Como defiendo siempre: Tus creencias sobre la comida, son lo que determinarán el cuerpo que tienes y la salud de la que gozas.
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para empezar a dominar tus emociones
Es decir, si crees que comerte una ensalada es un sacrificio, evidentemente no lo harás, o si lo haces, será solo por unas semanas, pero no será algo que podrás mantener a lo largo del tiempo.
Te pongo un ejemplo:
Llegas a casa y resulta que tu pareja ha preparado un pescado blanco con patata cocida, brécol y tomate con unas nueces.
¿Cuál es tu reacción?
Poniéndolo más claro: Si tu mente fuera como en la peli de Inside Out, ¿quién tomaría el control?
¿Asco? ¿Ira, quizás? ¿O Alegría?
En función de quién tome el mando, dependerá tu respuesta sobre esa comida concreta.
Evidentemente, la comida que he mencionado es MUY saludable y muy aconsejable, por lo tanto si tu reacción inicial fuera de asco o de ira, no te preocupes, pues esto, es algo que se puede entrenar.
Para ello debes cambiar tu diálogo interno, tus prioridades y las preguntas que te haces.
En lugar de preguntarte: ¿Qué es lo que más estimulación me dará ahora mismo? (Como podría ser una pizza o una hamburguesa…) pregúntate, ‘¿qué comida será la que más agradecerá mi cuerpo ahora mismo?’ o ‘¿qué comida será la que mejor me hará sentir justo después de comerla?’
Así recuerda lo que dice Tolle, no eres tu mente. No eres tus pensamientos.
Eres el observador de tus pensamientos. Coge altura. Ponle el zoom a tus pensamientos y cada vez que te descubras pensando en las ganas que tienes de comerte esas galletas/pizza/tableta de chocolate:
1º: Acéptalo. Reconoce que es algo normal y que todo el mundo se siente tentado (al final del post te explico por qué)
2º: Toma distancia del pensamiento. (Desidentifícate de él). No reacciones automaticamente ante él.
3º: Recuerda el orden de tus valores y prioridades. ¿Qué es más importante para ti: La gratificación inmediata o cuidar tu cuerpo con alimentos de calidad?
4º: Prémiate a ti mismo con charla interna positiva recordándote la buena decisión que has tomado. Nunca des por sentado tu alimentación. Sé consciente y valora tus buenas decisiones.
Es más:
Piensa en cada comida como una forma de aumentar tu autoestima.
¿Como pretendes tener una buena percepción de ti mismo si estás comiendo a diario comida basura?
yo personalmente creo que tu alimentación es una de las mejores formas para aumentar (o bajar) tu autoestima, aún así, muy poca gente la aprovecha.
Sí o sí, vas a comer al menos unas 3 veces al día , así que, ¿por qué no aprovechar para convertirlo en un ritual que te dé un buen baño de autoestima, tomando alimentos nutritivos que tu cuerpo vaya a agradecer, en lugar de unos alimentos ultraprocesados que dañen tu cuerpo y tu mente?
Para reflexionar:
Vigila tus creencias y sistemas de valores sobre la comida.
Si es necesario, cada mañana y cada noche, escribe un par de frases en un bloc de notas sobre lo que has comido a lo largo del día, por qué lo has hecho y cómo te has sentido. ¿Alguna vez te lo habías planteado?
No podrás gozar de una alta autoestima si maltratas a tu cuerpo con comida basura. Entiende que a la hora de comer no solo está en juego tu aspecto físico, sino también tu salud emocional.
Sólo tienes este momento. Practica la presencia.
Otro de los conceptos clave que trata de transmitir Tolle en su obra.
Antes te comentaba que podías usar cada comida como una forma para mejorar tu autoestima en función de la elección de alimentos que hicieras, y ahora vamos con otra aplicación práctica para mejorar tu estado emocional cada día.
PRESENCIA A LA HORA DE COMER
Este es otro cambio que puedes empezar a implementar en cada comida para mejorar tu vida a nivel mental, físico y emocional, viéndola como una forma de meditación activa.
- Nada de móvil a la hora de comer.
- Nada de televisión a la hora de comer.
- Nada de darle vueltas a esa cita o a esa reunión del trabajo que tan mal te fue.
Cuando comes, come. Nada más.
Dedícale atención plena. Centra tu atención en la comida. No trates de ganar tiempo haciendo otras cosas.
Como dice Tony Robbins: ‘‘Si no tienes 10 minutos, no tienes una vida”.
Cuando comas, come. Nada más. Fuera móviles y distracciones. Disfruta del momento.
APRENDE A COCINAR.
Esto es importante. Y te lo digo yo, que soy un cocinero bastante flojo, pero realmente es una habilidad que debes tener en tu arsenal.
¿Acaso hay algo más importante en la vida que la ‘gasolina’ que le metes a tu cuerpo para que funcione a lo largo del día? Pues mejor asegúrate que eres tú mismo el que prepara esa ‘gasolina’.
Además:
- Gastarás menos dinero en comida.
- Comerás comida de mucha más calidad. En un restaurante no puedes llegar a saber con certeza qué (y cuánto) aceite han utilizado o de dónde viene esa carne, o en qué condiciones de higiene está la cocina etc…
- Valorarás mucho más cada comida, ya que has invertido tiempo y energía en prepararla.
- Es otra forma de aumentar tu autoestima, ya que eres capaz de alimentarte de forma saludable con total independencia.
Tengas el nivel que tengas, siempre que trates de cocinar un plato algo complicado te verás obligado a prestar tanta atención, que te será imposible evadirte mentalmente, y hasta podrás entrar en estado de ‘flow’.
APROVECHA PARA MEJORAR TUS RELACIONES.
¿Por qué no aprovechar las comidas para mejorar tus relaciones sociales?
Seamos claros. Comer solo es aburrido. Por eso muchas veces nos distraemos con twitter, la tele, etc… y acabamos por no disfrutar nada de la comida que hemos preparado.
Trata de cuadrar en la medida de lo posible los horarios de las comidas con otras personas importantes para comer con ellas. Hasta hay un libro titulado ‘Never eat alone’ (nunca comas solo).
Es una forma genial de estar mucho más presente en el momento.
Busca la presencia en cada comida.
Elimina la sobreestimulación de las redes sociales mientras comes; y evita la inconsciencia, alejándote de comida ultraprocesa que dañará tu cuerpo y tu mente.
Busca el término medio: Comida de calidad, rodeado de personas importantes en tu vida; o si lo haces solo, centra tu atención plenamente sobre tu plato y sobre cada bocado que des.
BONUS:
De hecho, una técnica que me gustó mucho la leí en un libro sobre Novak Djokovic.
Hace unos años cambió su dieta para tratar de convertirse en el número 1 del mundo de tenis, (cosa que consiguió), y entre muchos de los cambios que hizo, uno que me llamó la atención por su sencillez, fue que una vez daba un bocado, dejaba el tenedor en el plato, hasta que había tragado ese bocado.
Come con calma. Aparte de hacer que aprecies y disfrutes de la comida en mayor medida, también evitará que comas de más, ahorrándote esas sensaciones negativas de culpa y arrepentimiento.
No te dejes controlar por tus emociones.
Uno de los problemas más importantes a la hora de controlar tu peso y lo que comes, es el hambre emocional.
Sí, ese hambre que realmente no es hambre, sino que es ganas de estimulación o búsqueda de placer.
Y en cierto modo, es normal. Hay tanta cantidad de alimentos procesados que están diseñados para activar tu sistema de recompensa cerebral (liberando dopamina), ‘programados’ para que quieras repetir y te cueste dejar de comerlos (¿recuerdas el slogan ‘A que no puedes comer solo una?’), que la comida se ha convertido en una especie de ‘anestesia emocional’
¿Estoy enfadado? Como.
¿Estoy aburrido? Como.
¿Estoy triste? Como.
El hambre emocional es comer cuando no tienes necesidad de ello.
Y esto tiene una explicación evolutiva.
Tu mente (y la de todo ser humano) está programada para comer azúcar y grasa. Es cuestión de supervivencia. Hace miles de años, comer azúcar significaba la diferencia entre morir o vivir, por eso tu cerebro te recompensa con una sensación de placer al ingerir estos nutrientes.
¿Y qué significa esto?
Que es totalmente normal que te veas atraído por comidas dulces y ricas en grasas (y las grandes compañías de comida ultraprocesada lo saben de sobra, aprovechándose de esto para ‘crear alimentos’ lo más adictivos posibles). Forma parte de nuestra naturaleza. Por eso, como decía al principio del post, debes vigilar tu diálogo interno, ya que está programado ‘por defecto’ para hacerte comer guarradas que teniendo en cuenta la sociedad en que vivimos actualmente, ya no son necesarias.
Así que una de las mejores formas para evitar tomar malas decisiones provocadas por un estado emocional alterado, es planear tus comidas de la semana con antelación (los domingos por la tarde es un momento genial).
Personalmente es algo que me va muy bien, ya que al tener las comidas de la semana planeadas, ya voy en piloto automático y no me dejo llevar por las emociones negativas que me puedan surgir a lo largo del día.
Fíjate lo bien que lo resumió una lectora de mi blog en un comentario que me dejó:
COMBATE TU HAMBRE EMOCIONAL
¡No te comas tus emociones!
Cada vez que te entre el apetito, pregúntate:
”¿Me comería una manzana?”
Si la respuesta es NO, realmente no tienes hambre, solo antojo.
Es preferible SIEMPRE elegir lo que comes de forma racional que emocional. Así hacer tu planning semanal en un momento que estés ‘estable’ es lo ideal. Pruébalo, ya verás la diferencia que notas ?
Cada vez que te entre el apetito pregúntate ¿Me comería una manzana? Si respondes NO, no tienes hambre.
Tus emociones son señales.
Si te da hambre emocional, analiza por qué es eso. Deja que la emoción esté ahí, pero no luches con ella. Obsérvala, no te dejes controlar por ella.
Reconoce que es normal sentirte tentado por comidas ricas en grasas y azúcares, pero que tú tienes el control para elegir.
TIPS PRÁCTICOS:
- Cuida tu diálogo interno y tu sistema de creencias.
establece tus prioridades: ¿Qué es más importante para ti? ¿Nutrir a tu cuerpo con alimentos saludable o disfrutar 3 minutos de una estimulación inmediata para luego sentir una sensación de culpa muy pesada?
- No escuches a tu mente a la hora de comer. Baja a tu cuerpo. ¿Realmente tienes hambre?
Pregúntate: ¿Me comería una manzana? Si la respuesta es no, no tienes hambre. Estás buscando estimulación.
- Cuando comes, come. Estate presente.
Nada de móvil, tele, ordenador a la hora de comer.
Aprovecha cada comida para mejorar tus relaciones. Si comes solo, disfruta de la comida. De cada bocado.
Deja el tenedor en el plato, hasta que hayas tragado el bocado anterior (pruébalo en tu próxima comida, ya verás como no es tan fácil como parece ? ) - El desayuno es realmente importante a la hora de empezar el día de forma consciente, así que ten mucho ojo de atacar los Kellogs o las galletas ? Por eso he creado este reto donde te planteo empezar el día desayunando 2 huevos.
- Planifica tus comidas en un momento que estés emocionalmente estable. A poder ser los domingos por la tarde. Evitarás atracones indeseados que pueden venir por estar en un estado emocional alterado.
¿Qué te ha parecido el post?
Espero que hayas sacado más de un par de acciones prácticas; y lo más importante, ¡que actúes sobre ellas!
Empieza hoy mismo. De hecho, te lo puesto muy fácil porque…