Gestiona tu ansiedad en una hora
Hay personas que piensan que la ansiedad es una enfermedad crónica con la que van a vivir de por vida.
¿Qué horror condenarte de esta manera verdad? Sobre todo cuando lo haces tú mismo.
¿Y si, entendiendo la ansiedad, pudiéramos usar esos mismos factores en la dirección opuesta para recuperar el equilibrio total?
Si eres de las que tiene esperanza, entonces quiero acompañarte una hora para que le lleves la contraria a la ansiedad.
¿Te animas?
¿Quién soy yo y qué vamos a hacer?
¡Hola! Me llamo Yaiza Leal, soy psicóloga y me dedico a ayudar a profesionales con puestos de responsabilidad en su empresa a gestionar la ansiedad que les impide desconectar de su trabajo y disfrutar de su tiempo libre para que puedan volver a dormir bien, mejorar su humor, conectar con sus seres queridos y disfrutar de su trabajo.
Más allá de mi profesión, también tengo mi propia historia. Nací en una familia desestructurada, con una madre con ansiedad, un padre con problemas de alcohol… Bueno, todo un espectáculo. Puedes conocer mejor aquí mi historia personal.
Todo eso me llevó a buscar soluciones. Quería una salida que me permitiera vivir la vida más tranquilamente. No creía que siempre tuviera que haber problemas aunque eso fuera lo único que generaban mis padres.
Ese ambiente conflictivo me llevó a buscar el polo opuesto. Por lo que, no solo he aprendido técnicas en la carrera de psicología, si no que inicié un viaje de introspección que me ha llevado a conocerme a mí misma y recuperar mi seguridad.
Olvídate de la palabra ansiedad
Entiendo que los psicólogos y psiquiatras necesitemos catalogar y poner nombre a las cosas para que podamos orientarnos mejor en el tratamiento.
Así sabemos que, si una persona tiene cierto diagnóstico, como la ansiedad, probablemente tendrá algunos o la mayoría de síntomas asociados. Esto a nosotros nos ayuda a trabajar mejor para buscar y aplicar los recursos.
Pero para ti puede suponer una barrera si no entiendes en profundidad lo que significa tener ansiedad.
Sí, porque tal vez puedes llegar a pensar que es una enfermedad mental que no tiene cura. Algo que va saliendo de tanto en tanto sin control. O incluso un rasgo de personalidad.
Y no tiene nada que ver con eso.
¿Quieres saber lo que es verdaderamente?
La verdadera palabra: IMPOTENCIA
La ansiedad no es más que un patrón de pensamiento que, por su cualidad, produce una sensación de indefensión a la persona.
Este patrón de pensamiento tiene que ver con las gafas a través de las cuáles se está mirando.
Si el resultado que producen es indefensión, quiere decir que el patrón está formado por pensamientos que te descalifican, como por ejemplo:
“No puedo con esto.”
“No estoy preparada o no soy capaz.”
Así que al fin y al cabo, la ansiedad es simplemente un conjunto de ideas. Lo que pasa es que, aunque ahora te sea sencillo comprenderlo, tal vez no eres consciente de hasta qué punto las ideas marcan y tienen un impacto total en tu vida.
La importancia de tus ideas
Te he hecho un pequeño esquema para que puedas verlo visualmente:
Como puedes ver, según lo que pensamos, algo que puede estar influido por creencias inconscientes de nuestras experiencias anteriores. Tomamos unas decisiones que nos llevan a hacer las cosas y obtener unos resultados concretos.
Sé que muchas veces es difícil saber qué estás pensando. Incluso creer que no te pasa nada, y que solo es tu cuerpo el que no funciona bien.
Créeme, esa opción no es posible. Simplemente a veces hay un volumen muy alto de ruido en la cabeza. O tal vez llevas tanto tiempo sin escucharte a ti misma, que simplemente eres incapaz de identificar lo que te pasa en este momento.
¿Cuál es el resultado de estar malpensando de ti o el mundo?
Si piensas mal de ti o de los demás, y encima te convences de que no puedes hacer nada, el resultado es una enorme impotencia.
Posiblemente es cierto que en muchas ocasiones no puedes hacer nada. En otras, te estás enfocando solo en una parte de la situación. Y en otras, tienes un mar abierto de opciones que van a acercarte a la solución.
Sé que probablemente todo esto que te estoy contando te suene muy teórico. Y esto está bien para ponernos en contexto y comprender mejor los pasos que hay que dar. Sin embargo, lo único que te va a servir es ponerlos en práctica.
No voy a dejarte sola en esta parte, así que vamos a hacer unos ejercicios juntas.
Antes de seguir es importante que cojas varios papeles en blanco o una libreta y un bolígrafo.
¿Estás preparada?
Toma una decisión conmigo ahora mismo
He trabajado varios años como psicóloga clínica ayudando a cientos de personas a gestionar la ansiedad.
Los únicos que no han logrado los objetivos esperados han sido los que vinieron a probar. Como desesperanzados con la idea de poder volver a estar más sano y equilibrado que nunca.
Todas las personas que se han curado y han recuperado la serenidad y vitalidad en sus vidas han sido las que tomaron la decisión de hacer lo que haga falta desde la primera visita.
Esto es lo que quiero para ti. Estás aquí leyendo estas líneas. Está claro que quieres un cambio significativo en tu vida.
¿Aceptas hacer lo que haga falta para lograrlo?
Por ahora, es simplemente empezar con los siguientes ejercicios escritos en papel.
En serio, no lo hagas solo de cabeza. Las ideas son abstractas y se dispersan con facilidad.
Lo que quiero es que trabajes con esas ideas intrusas que te debilitan muy en serio.
¿Estamos?
Tu lista de acción
Antes de pasar a la lista de acción, anota en un papel tooodas las preocupaciones, miedos y pensamientos negativos que tengas.
Será la hoja que hará de caja de pandora. ¡Suéltalo todo!
Pero procura soltarlo especificando la preocupación, no hace falta que entres en detalles.
Por ejemplo, si te preocupa que tu pareja no te presta atención tal y como te gustaría, podrías poner exactamente lo que piensas:
“Siento que no está por mi”
“Me ignora”
“Mi pareja no me tiene en cuenta”.
Tómate unos minutos para pensar en todos los pensamientos intrusos que a veces te hacen sentir mal.
Una vez que lo tengas, coge otra hoja. Divide con una línea el papel haciendo dos columnas. En la de la izquierda pondrás “ACCIÓN”. En la derecha “ACEPTACIÓN”.
Ahora que ya tienes las dos columnas, probablemente ya sabes por dónde van los tiros.
En la columna acción quiero que coloques todas aquellas cosas que sí tienen solución.
Recuerda que la solución puede venir por tu parte o puedes pedirla a otras personas. Ya sean conocidos o profesionales.
De hecho, aprovecharás para coger tu agenda o móvil y marcar cuándo y cómo irás poniendo en marcha esas soluciones.
Puedes partirlas en pequeños pasos. Por ejemplo:
Imagina que llevas tiempo sin tener claro a qué quieres dedicarte. Tal vez un primer paso sería darte tiempo para pensar. Dejar un espacio literal para que puedas plantearte qué opciones te gustarían más.
Luego puedes destinar otro día a buscar opciones por internet. O anotarte cuándo puedes hablar con alguien que puede darte una buena opinión al respeto.
Se trata de que sobretodo seas muy, muy específica.
¿Lo tienes?
Entonces ya podemos pasar a la siguiente columna.
Tu lista de aceptación
¿Te encuentras que hay cosas con las que no puedes hacer nada para mejorarlas?
Entonces es el momento de rellenar tu lista de aceptación.
Esta es la columna en la que las cosas no dependen de ti. Por lo tanto, solo puedes aprender a vivirlas mejor, o soltarlas.
La transformación siempre nace de una pregunta: ¿Cómo puedo vivir de la mejor manera posible esta situación?
Si has estado sufriendo por ello hasta ahora, entendemos que es difícil o desagradable. Sin embargo, hay más cosas más allá del dolor.
Cuando te permites expresar, te permites aprender. Y te aseguro que ninguna experiencia pasa desapercibida por nuestra conciencia.
Esto quiere decir que aprendemos absolutamente de todo lo que nos pasa en la vida. Sea creando aprendizajes positivos, o negativos.
No quiero entrar en el debate eterno de lo que está bien o está mal. Voy a contarte el criterio que he seleccionado de lo que entiendo por aprender bien. Si te acerca a sentirte bien contigo y mejorar tu calidad de vida (las dos cosas juntas), está bien.
Así que dale rienda suelta a tu creatividad. Atraviesa los límites pensando más allá de las cosas que has hecho hasta el momento. Busca nuevos horizontes.
¿Has logrado ver otra forma de afrontar cada situación?
Tu aprendizaje o “insight”
Estamos acostumbradas a pensar y darle atención a lo que nos preocupa. Al miedo.
Incluso a hablar de ello. De hecho, solo hace falta ver las noticias de la televisión para entrar en esa onda.
Pero, ¿quién habla de soluciones constantemente?
Es más, ¿quién escribe constantemente todo lo que puede hacer para mejorar su vida en este instante?
Espero que ahora mismo por lo menos tú.
Y si lo has hecho, estoy segura que has ampliado tu conciencia o has tenido pequeños momentos de “insight”.
Diríamos que es esa lucecita que se enciende cuando empiezas a entender la totalidad de las cosas. Cuando sientes que vas en buen camino.
Y entonces, te alivias. Te relajas. Simplemente te permites ser.
Cuando sacas tu foco de todos los problemas y los concentras en lo que hay más allá de ellos. Como en las soluciones, empiezan a venir las respuestas.
Si en algún momento te bloqueas, puedes utilizar recursos que a ti te ayuden a relajarte y reflexionar.
Es un buen momento porque empiezas también a conectar con tu sabiduría interna y empiezas a sentirte más segura. Ves las cosas más claras.
¿Te acuerdas cómo estaba tu mente antes de empezar el ejercicio?
Vamos a hacer la comparación.
El antes y el después
¡Aún no te has librado de escribir! Vamos a hacer un pequeño cuestionario de valoración de esta hora juntas.
Aquí tienes las preguntas, pero las respuestas, puedes anotarlas en tu papel para potenciar el “insght”.
Cuestionario de valoración final
- ¿Qué pensabas sobre la ansiedad antes de empezar?
- Y ahora ya sabes que…
- ¿Tienes claro todo lo que puedes solucionar bajo tus medios?
- ¿Y lo que no depende de ti?
- Tengo una última pregunta y sugerencia antes de terminar. ¿Qué has aprendido? ¿Podrías contarnos a Nuria y a mí tus insights durante esta lectura en los comentarios?