La meditación es una práctica contemplativa, que se lleva a cabo en varias tradiciones religiosas y espirituales como un medio para aquietar, enfocar y transformar la mente. La meditación cultiva la autoconciencia y proporciona las condiciones óptimas para practicar la habilidad de la atención plena.
Generalmente, el objetivo de la meditación es intensificar el crecimiento personal y espiritual, además de calmar la mente y el cuerpo.
Un error común de la meditación es que su único propósito es vaciar la mente de pensamientos. Si bien algunas tradiciones como el Zen y el Yoga enseñan el estado de no-mente como objetivo último, se reconoce ampliamente que la práctica de la meditación en sí misma implica pensamientos como piedra angular.
Cada vez que la mente se distrae, se anima al practicante a volver a un objeto de concentración, como la respiración, un sonido, una imagen o un concepto filosófico o espiritual.
La meditación también se conoce como dhyana en sánscrito.
Explicando a fondo la meditación
En esencia, la meditación es entrenamiento de atención y conciencia. Se utiliza ampliamente como práctica espiritual en el budismo, el hinduismo, el sijismo, el jainismo y el yoga, e incluso se encuentra en contextos seculares como las interpretaciones modernas de la atención plena. Algunos consideran que la oración judía, cristiana y musulmana es una forma de meditación, ya que la mente se centra en un conjunto de palabras o conceptos.
Debido a la amplia variedad de contextos en los que se practica la meditación, existe una gran cantidad de prácticas de meditación diferentes. En general, la meditación implica establecer un punto focal para liberarse de las distracciones, mientras se encuentra la quietud en una postura firme y estable. Sin embargo, hay algunas formas de práctica que involucran movimiento, como la meditación caminando.
Los puntos focales para la meditación incluyen:
Sonido: repetir un mantra, frase u otro sonido.
Visualizar: imaginar un objeto con los ojos cerrados, como una flor de loto o los puntos de energía del cuerpo (chakras).
Mirar: mirar un objeto real con los ojos abiertos. Las velas, las flores o los cuadros son objetos comunes que se utilizan al mirar.
Respiración: observar la respiración y cómo se siente, las sensaciones, a medida que viaja dentro y fuera del cuerpo.
Concepto filosófico o espiritual: como bondad amorosa, aceptación o autotrascendencia.
La meditación permite a los practicantes observar patrones de la mente y darse cuenta de los pensamientos que interrumpen, lo que eventualmente conduce a brechas más largas entre ellos con el tiempo. La práctica regular permite que la concentración profunda ocurra de forma natural y con mayor frecuencia.
Entrenar la mente de esta manera mejora dramáticamente la fuerza mental y el enfoque. Además, una gran cantidad de investigación ha confirmado que se producen cambios fisiológicos y psicológicos en el cuerpo durante la meditación. Por ejemplo, los estudios de Herbert Benson encontraron que la meditación contrarresta la respuesta al estrés y, a su vez, mejora cualquier condición de salud relacionada con el estrés crónico.
En yoga, los términos sánscritos del camino de ocho ramas de Patanjali separan el estado de meditación (dhyana) de la práctica de concentración que conduce a tal estado (dharana).
Se necesitan años de práctica, dedicación y disciplina para alcanzar el estado verdaderamente meditativo conocido como dhyana, en el que ya no es posible percibir el acto de meditación o separar un sentido del yo de él.
Generalmente, lo que se enseña como «meditación» en los estudios de yoga es de hecho la práctica de dharana; técnicas para enfocar y concentrar la mente en preparación para dhyana. Centrarse en la respiración, las sensaciones corporales, los mantras, los chakras o drishti son todas formas de dharana, en las que la mente está entrenada para fijarse en un sujeto u objeto en particular.
Descartando algunas ideas erroneas sobre meditar
Descartando algunas ideas erroneas sobre meditar en que se confunde con una técnica de relajación, o poner la mente en blanco, o un estado de trance, podemos diferenciar 3 aspectos de lo que se entiende por meditación, en las tradiciones místicas:1.- La Meditación es una Práctica o Disciplina, cuyos 2 componentes esenciales son:
La Atención Consciente, practicar la capacidad de estar atento al momento presente, mediante una alerta relajada, permaneciendo voluntaria e intencionadamente en la observación de las experiencias o contenidos de la conciencia: eventos externos, sensaciones corporales y toda la gama de actividades mentales.
Y la Actitud de Desapego, permanecer con la experiencia tal como es, sin juicio, sin reaccionar, con sensibilidad, vulnerabilidad y apertura a todo lo que aparece.
“La meditación es un medio, un método, una disciplina que nos permitecultivar, profundizar y perfeccionar nuestra capacidad de prestar atención
y morar en la conciencia del momento presente” Kabat Zinn.
2.- La Meditación es una Actitud (hoy se le llama Mindfulness), es decir un estado de atención al momento presente, sin juicio ni reactividad emocional. Se contrapone al estado de “piloto automático”: el habitual automatismo de la mente, con poca atención al momento presente. En este sentido realizar cualquier actividad con atención plena al momento presente es meditativo (lavarse los dientes, tomar una ducha, comer, manejar el auto, etc.)
“Cualquier cosa que hagas si las haces con profunda conciencia, entonces,inclusive las cosas pequeñas se transforman en sagradas.
Cocinar o limpiar se transforma en algo sagrado.
No se trata de qué es lo que haces, sino de cómo lo haces.
3.- La Meditación es la Cualidad Natural de nuestra Conciencia, en su estado puro. La mente en su estado original, también llamada no-mente o mente Rigpa (en el budismo tibetano). Una presencia silenciosa, inteligente y compasiva, que está más allá del pensamiento y el lenguaje, la cual habitualmente se encuentra oculta en nuestro estado de conciencia ordinario y puede irse revelando en la medida que desarrollamos la práctica y la actitud meditativa.
“La meditación no es un logro, es un estado natural que hemos perdido,
es tu naturaleza intrínseca.
No es necesario adquirirla, sólo es preciso reconocerla.
No tiene nada que ver con tus acciones, no puede ser poseída, pues no es una cosa.
Eres tú mismo. Es tu ser.”