Un eclipse es una de las herramientas más espectaculares que el universo utiliza para producir un cambio, y buscan los puntos débiles en cualquier situación. Son literalmente blanco o negro. Quedarse para siempre o dejar todo sin mirar atrás, esta es la filosfía que soporta la identidad de los eclipses, los cuales tienen una finalidad sobre la que ofrecen pocas posibilidades de cambiar la decisión en el futuro.
El primer eclipse en una secuencia es siempre la preparación o el que provoca las respuestas iniciales para la acción. Luego los siguientes se convierten en la fase reaccionaria.
Unas lunas muy especiales que auguran cambios definitivos
“Astrólogos estudiando un eclipse,” de Antoine Caron, 1571
La astróloga norteamericana Molly Cliborne Gauthier lo explica muy claramente en su blog. En primer lugar, hay que considerar las fases de Luna Llena y la Luna Nueva.
Un eclipse solar es una Luna Nueva muy especial
Las cosas que iniciemos entre el eclipse y la próxima Luna Llena (aproximadamente 2 semanas), las semillas que plantamos, los proyectos que llevamos a cabo, los contactos que hacemos, y las intenciones que nos propusimos, adquieren un significado adicional por los próximos 6 meses.
Se dice que los eclipses solares están asociados con el elemento sorpresa. Ellos indican un nuevo comienzo, un cambio radical o noticias inesperadas. Indican una renovación del propósito, del papel y de la identidad básica, o tal vez se cuestionan profundamente estos temas.
Los eclipses solares sólo suceden durante una Luna Nueva, cuando el Sol y la Luna están en conjunción. En términos básicos, un Eclipse de Sol ocurre cuando la Luna se coloca entre la Tierra y el Sol. A medida que la Luna se alinea entre la Tierra y el Sol, es capaz de bloquear los rayos del Sol y proyectar una sombra sobre la Tierra.
Un eclipse lunar es una Luna Llena muy especial
Un eclipse lunar es una Luna Llena muy especial. Es un excelente momento para renunciar a un viejo hábito, por ejemplo, el tabaco. Las decisiones que tomamos, las cosas que dejamos de lado y las cosas que terminemos durante el ciclo menguante que le sigue, tienen importancia en el futuro.
Un eclipse de Luna es una lunación especialmente potente – en este caso un potente Luna Llena. Los eclipses lunares están orientados a las relaciones. La “crisis” que estos eclipses tienden a provocar, es una crisis de falta – un momento en que de repente nos damos cuenta de la gran necesidad o queremos. El impacto de la crisis puede servir para cortar una relación. Pero también puede llevar a dos personas a una súbita conciencia de una gran necesidad del otro.
Aunque los eclipses lunares, Sol y Luna se producen en una oposición y están en signos opuestos, son más orientados a las relaciones que los eclipses solares, y no siempre son acerca de las relaciones entre dos personas. Pueden desencadenar la conciencia de la necesidad en otras áreas de nuestra vida, como nuestra relación al trabajo, a la salud o el cuerpo. Este es un momento en que las cuestiones salen a la luz – las cosas que se han estado gestando bajo la superficie. Lo que sale ahora puede ser sorprendente, pero es algo que ya ha sido creado y ahora es necesario abordar.
Las Lunas Llenas en general, y los eclipses lunares en particular, son momentos de gran emoción y de crear conciencia.
El Sol y la Luna los cuales influencian nuestro ánimo y nuestras emociones están en lados opuestos del cielo, como si el otro fuera un espejo. Son momentos de la creación de reflejos en los que podemos vernos a nosotros mismos en los demás, si estamos dispuestos a mirar