Agnistambhasana o Postura del Leño Ardiente
Si existe una asana capaz de ofrecer toda la tranquilidad que el cuerpo necesita, esa es Agnistambhasana. Descubre de qué manera la postura puede ayudarte a liberar las emociones almacenadas en las caderas.
Su nombre se deriva del sánscrito Agni, palabra que tiene doble significado «fuego» o «encender» y Stambh, que en español significa «estatua«. Agnistambhasana o la postura de la Estatua de Fuego, produce una profunda sensación de estiramiento en caderas, glúteos, muslos, ingle, tobillos, isquiotibiales y cuádriceps.
Si bien sus increíbles beneficios físicos han hecho trascender su práctica, siendo adoptada por otras disciplinas, esta asana sentada es perfecta para la meditación y cultivar un lugar tranquilo dentro de nuestra mente, nada mal para liberar las tensiones causadas por estrés.
Nivel: Intermedio
Beneficios de Agnistambhasana
- Reafirma glúteos, muslos internos y la ingle.
- Fortalece la espalda.
- Favorece la apertura de las caderas.
- Mejora la flexibilidad del cuerpo.
- Estimula los órganos abdominales.
- Ayuda a calmar la mente.
- Alivia el estrés y la fatiga.
Cómo hacer la postura de Agnistambhasana
Para armar esta postura, partiremos de Dadasana, sentado sobre una esterilla con las piernas estiradas y juntas delante de ti, y la espalda recta. Cruza las piernas una sobre la otra, coloca el tobillo izquierdo sobre la rodilla derecha y desliza el pie derecho debajo de la rodilla izquierda.
Con una inhalación, alarga la columna hacia arriba para luego inclinar el torso hacia delante, lo más que puedas. Cuando hayas alcanzado el máximo de extensión, coloca las manos en el piso o en los bloques y mantente así durante cinco respiraciones completas (inhala-aguanta-exhala) antes de regresar al punto inicial.
Quiénes no pueden hacer Agnistambhasana
Si sufres de lesiones en la espalda baja, las caderas, las rodillas o los tobillos, la práctica de esta asana podría ser perjudicial, puesto que el peso del cuerpo se centra en estos puntos. Otro punto a considerar es la presión que se ejerce sobre el abdomen, por lo que se recomienda realizar con el estómago vacío o cuatro horas después de comer.