5 Rituales matutinos para alcanzar el éxito
Comenzar bien el día es esencial para terminarlo bien. Esta es una afirmación en la que coinciden muchas personas de éxito cuando son entrevistadas y preguntadas sobre sus rituales o hábitos matutinos.
En este artículo queremos compartir 5 consejos para aplicar por las mañanas que te ayudarán a comenzar el día de la mejor forma posible.
5 Rituales matutinos para alcanzar el éxito
1. Despiértate antes, bebe agua y lee un poco
Cuesta mucho madrugar pero una vez que te acostumbras al nuevo horario se hace más fácil despertarse por las mañanas. Si conseguimos levantarnos un poco antes, podremos dedicarnos un poco de tiempo a nosotros mismos y conseguir días mucho más productivos.
Lo primero que debemos hacer al despertarnos es beber agua. Mientras estamos durmiendo nuestro cuerpo sigue consumiendo agua y transpirando a través de la piel. Cuando nos levantamos estamos un poco deshidratados y nuestro cerebro necesita estar bien hidratado para poder funcionar correctamente. Nada más levantarte bébete un buen vaso de agua. Si lo prefieres también puedes echarle un poco de jugo de limón a tu vaso, ya que el limón ha demostrado tener numerosos beneficios al ser tomado por la mañana.
Una vez hecho esto puedes dedicar media hora de tu tiempo a leer un poco. Leer te ayudará a despejar tu mente y a relajarte antes de comenzar a trabajar. Además, no es necesario destacar todos los beneficios que tiene la lectura pero como mínimo aprenderás un poco más cada mañana.
2. Medita
Una de las mejores formas de lograr el equilibrio y disminuir las situaciones estresantes del día a día es practicando una meditación temprana, que pueda ayudar a nuestro cuerpo y espíritu.
Al principio puede darnos la sensación de que se trata de otra actividad más con la que recargar nuestra agenda. Sin embargo, verás rápidamente beneficios. Para ello debemos conseguir crearnos un hábito.
Practicar la meditación de la mañana debe ser constante, siempre a la misma hora y con una duración igual cada sesión que realicemos. Si variamos horarios o duraciones dificultaremos la obtención de los frutos físicos y espirituales que andamos buscando.
El primer paso básico es levantarse temprano. Más de lo que lo hacemos habitualmente. La meditación lleva su tiempo y no podemos estar pendientes todo el rato de salir corriendo para ir al trabajo. Lo mejor es despertarnos media hora antes, para no tener prisa así en hacer nuestra práctica.
Busca un lugar que te resulte acogedor, cálido, propicio para recibir energía positiva. Por lo tanto podrá ser tanto un rincón de casa como un patio exterior. Básicamente un sitio donde encontremos la paz y silencio necesarios para realizar la meditación de la mañana. La limpieza del lugar favorece a lograr la concentración necesaria para relajarnos.
Nos situaremos lo más cómodo posible en el sitio elegido. Si nos sentamos en el suelo y nos resulta demasiado duro podemos servirnos de un cojín. Lo importante es tener la espalda recta y el cuerpo relajado. Viene muy bien ducharse antes de practicar la meditación de la mañana ya que predispone el cuerpo positivamente.
A continuación cerramos los ojos, total o parcialmente, enfocando la mente en nuestra respiración. Hay que respirar de forma natural por la nariz. Dejamos la mente en blanco, libre de distracciones, tan sólo tenemos que respirar. En el caso en el que nos vengan otros pensamientos a la cabeza tendremos que focalizar la atención en la respiración.
Por último, es muy útil colocar un reloj cerca, que aunque no lo veamos tenga conectada una alarma que nos avise del momento de finalizar el ejercicio. La habitualidad del mismo hará que al final ni nos haga falta porque ya tendremos absolutamente controlados los tiempos.
La mejor manera de reducir el estrés y aumentar la concentración para el día que empieza es dedicar un tiempo a la meditación de la mañana.
3. Planea tu día
Esto es algo que muchas personas realizan por las noches pero que también puedes hacer por las mañanas si dispones del tiempo suficiente.
Antes de comenzar a trabajar en tu rutina diaria, es interesante que planees cuáles serán tus tareas del día. De este modo podrás llevar una rutina más organizada y en todo momento sabrás cuáles son las tareas que debes completar sin olvidarte de ninguna.
Los listados de tareas son una gran herramienta que no sólo te ayuda a mantener el control sobre tus obligaciones sino que también te motivan a seguir completando tareas. Resulta muy gratificante poder tachar una tarea cada vez que la completas, es una manera de ver de manera tangible tu progresión diaria.
4. Ve a trabajar antes
Si en tu trabajo tienes un horario flexible que te permite acabar cuando terminas con tus objetivos, ir a trabajar antes te será una gran ayuda.
Por las mañanas, cuando aún hay poca gente en la oficina y estás más libre de distracciones, puedes tener grandes picos de productividad que te permitirán quitarte de encima gran parte del trabajo incluso antes de que tus compañeros lleguen.
Por supuesto esto requiere madrugar un poco más cada día, pero por otro lado podrás irte antes de la oficina y tener más tarde libre para dedicar a tu tiempo libre.
5. Toma un desayuno completo
Todo el mundo sabe que el desayuno es la comida más importante del día pero pocos conocen lo mucho que puede afectar no desayunar correctamente a nuestra productividad.
Hay muchos estudios que demuestran que aquellas personas que desayunan por las mañanas tienen un mayor rendimiento que aquellas que no lo hacen. Esto es algo que se ha podido constatar muy bien sobretodo en los jóvenes estudiantes, aquellos que desayunan suelen obtener de media mejores rendimientos académicos que aquellos que no lo hacen.
Cereales, frutas y lácteos son los alimentos que no pueden faltar en tus mañanas.
Estos cinco rituales matutinos te ayudarán a comenzar el día con buen pie, a alcanzar nuevas cotas de energía y productividad y a completar las tareas en menos tiempo y poder derdicarte más tiempo a ti mismo. ¿A qué estás esperando para ponerlos en práctica?