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Que el eterno Sol te ilumine

7 cosas que aprendí de mi separación.

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 Amor después de amor

Todos lidian con las rupturas de manera diferente. Podemos culpar, podemos enterrar profundamente nuestras emociones, podemos elegir retirarnos, incluso castigar a la siguiente persona por lo que no funcionó. Pero también podemos hacer una pausa y sentarnos con nuestras emociones hasta que surjan en la superficie y estemos listos para escuchar. Las rupturas, si se manejan conscientemente, pueden ser fuentes extraordinarias para los avances. El dolor es simplemente una barrera para avanzar y cuando lo haces, eres mucho más poderoso.

Lección # 1 – El amor no es nuestra pertenencia

El amor funciona de la misma manera que cualquier otra energía. No podemos convertirnos en el destinatario final porque tiene que fluir a través de nosotros y volver al mundo. No podemos reclamar la propiedad sobre los sentimientos, acciones, elecciones, emociones, etc. de una persona. No podemos reclamar la propiedad sobre la energía del amor mismo. Venimos a este mundo como almas en un viaje. El amor está destinado a apoyarnos, pero solo puede hacerlo si permitimos que fluya a través de nosotros, en lugar de tratar de poseerlo. Si dos personas en una relación eligen excluirse del mundo, su chispa finalmente se atenuará. El amor actúa como un combustible para ayudarnos a cumplir nuestro propósito en el mundo. La codicia causa la caída. Hay un propósito mucho más grande para que dos personas se unan. Este propósito va más allá de nuestra gratificación inmediata.

Lección # 2 – El sexo es un acuerdo espiritual

Cuando hacemos el amor conscientemente, no hacemos el amor, hacemos la luz. De la misma manera que haríamos un fuego, creamos energía de luz para venir al mundo e impactarlo. La energía espiritual se libera cuando dos cuerpos se unen. Es un diálogo entre dos almas, una danza que crea conciencia. Entonces podemos inyectar esta conciencia en todo lo que hacemos. No se trata solo de cómo damos y recibimos, sino más bien de la conciencia detrás de cada una de nuestras acciones. Podemos sanar el mundo con esa conciencia. El sexo es un encuentro divino. El sexo es como nuestras almas se comunican a nuestro nivel más íntimo.

Lección # 3 – ¿Qué motiva nuestro deseo?

Cuando nos gusta una persona, nuestros sentidos se vuelven extáticos. Queremos compartir más de nosotros mismos con ellos; queremos conocerlos más. Algunas veces estamos tan enfocados en manifestar esa relación, que la convertimos en un proyecto y pasamos por alto lo que realmente nos motiva. Comenzamos a pensar que la causa raíz de que no nos sintamos satisfechos es la ausencia de esta persona en nuestra vida.

A menudo, invitamos a alguien a nuestra vida cuando no hemos lidiado con nuestras inseguridades, nuestro miedo al abandono, nuestro miedo a no sentirnos lo suficientemente bien. En el exterior, nos puede gustar mucho esta persona, pero por dentro, nos apresuramos a obligarlos a tener una relación porque tenemos necesidades. Si primero tomamos tiempo para tratar con nosotros mismos, una relación apresurada se desarrollaría de manera diferente.

Lección # 4 – ¿Quién elegimos como socio?

Todos tenemos una forma diferente de traer luz al mundo. Las relaciones nos permiten hacerlo. A veces, podemos formar parejas con una persona que no es compatible con nosotros en un nivel espiritual. Es posible que no brinden el tipo de apoyo que necesitamos específicamente o que no podamos apoyarlos en su propósito. Un ejemplo común es elegir un socio que requiera un cierto nivel de compromiso que luchamos por mantener. Al final, podemos obstaculizarlos más de lo que ayudamos. Deberíamos elegir un socio cuya misión podamos apoyar y traer luz entre nosotros.

Lección # 5 – No podemos casarnos con nuestra alma gemela y está bien

Hay mucha conversación sobre el tema de las almas gemelas. Idealmente, todos quieren encontrar su alma gemela o «otra mitad». Pero por diversas razones, puede que no terminemos con nuestra alma gemela. A veces, es porque nuestra alma gemela se encuentra en una etapa diferente del viaje de su vida. Si somos emocionalmente inestables y nuestra alma gemela es un individuo estable, la coincidencia puede no ser posible. En cambio, nos envían personas que son compatibles con nosotros. Estas personas no son nuestras almas gemelas, pero su alma vibra con la misma frecuencia que la nuestra y son la persona más adecuada para nosotros en esa etapa.

Lección #6: Cuán bien nos conocemos determina la calidad de nuestra relación

Cuando tenemos una visión de nuestra alma y sabemos dónde estamos parados en este mundo, y cuál es el propósito de nuestra vida, podemos elegir a nuestro compañero más conscientemente. Sabemos que las apariencias engañan. Sabemos que una relación puede comenzar de muchas maneras diferentes. Puede comenzar como algo extremadamente complicado, solo para eventualmente desplegarse más elegantemente con el don del tiempo, si se le da la oportunidad de echar raíces.

Las cosas nunca son lo que parecen en la superficie y lo peor que podemos hacer es hacer suposiciones sobre cómo se desarrollarán las relaciones. Algunas personas comparten nuestra vida por una temporada y algunas personas comparten nuestra vida para toda la vida. Lo mejor es darse cuenta de que no tenemos todas las respuestas de inmediato. Al profundizar más en nosotros, eventualmente podemos responder la pregunta: ¿esta relación es para un bien mayor?

Lección # 7 – Nuestras rupturas son nuestras bases

A menudo, cuando termina una relación, se agregan sentimientos amargos a su final. Nos sentimos desconcertados, decepcionados, tal vez un poco traicionados o sorprendidos. No todos tienen el coraje de levantar el teléfono, enviar un mensaje de texto o escribir una carta para hacer las paces con nuestro antiguo compañero.

Pero la paz es tan importante. Incluso si nunca nos ponemos en contacto con nuestro antiguo compañero, deberíamos poder liberarlos a este mundo de la manera más amorosa posible. Cuando nos emocionamos, perdemos la perspectiva.

No nos damos cuenta de que nuestras palabras y nuestras acciones en realidad pueden provocar reacciones en cadena que pueden traer más negatividad o positividad al mundo. Muchos de nosotros llevamos cosas dentro de nosotros debido a nuestros antiguos socios.

Puede que no hayan querido decir las cosas que hicieron o dijeron, pero las palabras sí siguen vigentes. Para el bien del mundo y para el futuro de nuestras relaciones, deberíamos poder tomar la decisión desinteresada de enviar amor a nuestros antiguos compañeros. Las rupturas son avances, solo si elegimos verlos de esta manera. Siempre estamos a una elección de distancia.

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